Sintra

En nuestro viaje a las Azores hicimos escala en Lisboa y a la vuelta, dado que teníamos bastantes horas de escala decidimos alquilar un coche y visitar los alrededores de la capital.

Sintra
Me habían dicho que no me podía perder Sintra, así que fuimos directos desde el aeropuerto. La sorpresa fue que al llegar nos encontramos que estaba restringido el acceso a la carretera de acceso al Monte da Lua, donde se encuentra el Palacio da Pena. Se podía circular por ella hasta cierto punto en el que te desviaban. Parece que este monte en el que se encuentra el Palacio y otros monumentos está sufriendo un gran desgaste y han decidido cortar el acceso en coche particular, para conservar la zona. Esto no fue un inconveniente porque sólo circular por la carretera del parque natural ya vale la pena, un maravilloso paisaje de bosque junto a la ciudad y con vistas al mar.


Cabo da Roca
Ya que nos desviaron, continuamos la carretera dirección al mar y nos encontramos con una grata sorpresa: Cabo da Roca. La punta más occidental del continente europeo, situado en el extremo de la Sierra de Sintra. Desde la carretera de acceso se vislumbra el faro a 165 metros de altitud sobre unos impresionantes acantilados.













Cabo da Roca



Palacio da Pena
Para visitar la ciudad de Sintra, decidimos dejar el coche en algún aparcamiento y como era fin de semana tuvimos suerte de encontrar sitio gratis, en la zona del parking Portela. Desde allí nos movimos andando y para subir al monte Lua, cogimos un Tuc-Tuc con un conductor muy simpático que nos iba explicando lo que se veía y se paraba para que hiciéramos fotos. La experiencia fue muy divertida, os la recomiendo. 


La entrada al parque nacional da Pena y al palacio nos costó 14 euros por persona. El folleto informativo dice que son la máxima expresión del Romanticismo del siglo XIX en Portugal y además son Patrimonio Mundial. La verdad es que vale mucho la pena es un lugar espectacular, un palacio majestuoso con hermosas vistas y con unos jardines que enamoran.


















Se puede hacer el camino de vuelta bajando por los jardines, el parque son unas ochenta y cinco hectáreas, da para dar más de un paseo, pero el camino de vuelta te deja hacerte una idea de la maravilla natural que se alza sobre la ciudad.











En la misma montaña se encuentra el Castelo de Mouros, que no pudimos visitar por falta de tiempo.

En contra de los consejos de nuestro conductor de Tuc-Tuc, que insistió en que llenáramos el buche después de la visita al Palacio y los jardines, con nuestra ansia de no perdernos nada, decidimos ir a ver la Quinta da Regaleira, lugar imprescindible según el mismo conductor. La entrada nos costó 8 euros por persona y valió mucho la pena. Aunque os recomiendo comer antes y haber descansado las piernas porque se camina bastante en cualquiera de los lugares que visitéis.

Quinta da Regaleira
La Quinta da Regaleira está ubicada en el centro histórico de Sintra, y clasificado como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Se construyó a finales del siglo XIX en pleno Romanticismo. Seguramente os sonará una famosa foto de este conjunto de edificios y jardines....































Pero la Quinta es mucho más, tiene unas construcciones muy interesantes, además de alguna sorpresa escondida, pasarelas subterráneas y cascadas.




Después del maravilloso paseo por este regalo del Romanticismo, buscamos un lugar en el que comer algo rápido y cogimos nuestro coche dirección al aeropuerto, para volver a casa con un dulce sabor de boca.

Hasta pronto Portugal! Moito obrigado!

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