Oporto

La ciudad de Oporto merece una visita de al menos un par de días. Pasear por sus calles, junto al río y navegar bajo los puentes que lo cruzan. Visitar una bodega, probar los manjares culinarios y el famoso vino de Oporto. Incluso puedes darte un baño en la playa. La verdad es que es una ciudad con encanto y sus gentes son amables y hospitalarias.

Hace varios años que la visité y la recuerdo con mucho cariño. Como detalles puedo deciros que volé muy económico con Ryanair. Desde el aeropuerto fui en metro hasta el centro. Y también montamos en el bus turístico. El paseo en barco y la visita a la bodega son imprescindibles. Si compras el billete de bus turístico te suelen regalar la entrada a una bodega. Si no eres un súper apasionado de los vinos con que visites una, es suficiente.


 


 



Debes probar las comidas típicas de allí, como la Francesinha, los helados con vino de Oporto y todos los dulces que encuentres en las pastelerías. Son deliciosos.





 
 




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